lunes, 29 de diciembre de 2008

oda en prosa a las suculentas

Las suculentas son una fiesta. 

Existen en una enorme variedad de colores, de formas de hoja, de texturas y de tamaños, y son vistosas sin depender de flores. La flor es un plus que dura un tiempo corto por año, un regalo de estación.

Hay suculentas con hojas grises, azules, amarillas, borravino, en todas las gamas de verde, peluditas, carnositas, con protuberancias, con diferentes combinaciones de cada elemento.







Son mutantes: la misma planta, dependiendo de la variación de luz, agua y suelo puede tener colores, tamaños y carnosidad muy distintas. 

Son aguantadoras: algunas pueden estar sin agua o con la raíz descubierta durante meses sin morir.

Son adaptables: prosperan en condiciones muy diversas y son fáciles de cuidar y fáciles de reproducir.

No pinchan.








domingo, 28 de diciembre de 2008

Macetas especiales


















¿Cómo empezó ésto?

 Empezó con una orquídea que necesitaba transplante. Le hice una maceta. Me entusiasmé e hice otra,  otra y otras más. Seguí haciendo macetas para plantas que había que dividir,  



 

para otras que merecían un hogar mejor y para otras que habían crecido demasiado y necesitaban mudarse. Hice macetas con un barro que no podía esmaltar y otras con un barro demasiado rugoso para otros fines.  La casa se me llenó de macetas y cuanto todo estuvo contenido y hermoso, me dediqué a hacerles macetas a las suculentas de afuera.

                
           

Alguien me pidió que le regalara una, otro que le regalara otra y para fin de año ya estaba con una pequeña pero importante producción y proponiéndome torcer un poco el concepto de ikebana para que abarcara jardines y arreglos en miniatura con plantas vivas.

Ikebanas perdurables, ramos de flores con flores vivas. O simplemente ramos sin flores que exploran las formas esculturales, las texturas y colores siempre cambiantes de las suculentas. Tuve una vez una colección de suculentas que me abrió los ojos a esta maravilla.

                                                         

Las macetas son simples, apenas un soporte que pone en destaque las formas y colores de la naturaleza. Están concebidas como complemento, como el marco de un cuadro: el rol protagónico es de la planta. 

Y como, aunque fanática de las suculentas, también me gustan otras plantas, hago también macetas colgantes para la cocina para las hierbas finas, macetas para mi colección de begonias,  para tradescantias, y para cualquier otra planta que lo necesite.