viernes, 11 de junio de 2010

aloes


Esta entrada es para homenajear la especie Aloe. Además de sus bondades curativas, que a esta altura ya todos conocemos, el aloe tiene otra característica muy destacable: su resiliencia.

Tuve en mi casa de Los Angeles un aloe que estuvo desenterrado y con las raíces expuestas, abandonado a su suerte, durante más de un año. No se secó. Perdió un poco de su lozanía pero en cuanto lo volví a plantar volvió a engordar y tomar color, a desarrollarse y dar hermosas flores, loco de alegría.


No tengo fotos de esa maravillosa planta, pero la señora del Succulent Obsession tiene algo que se le asemeja, así que, con su permiso.

2 comentarios:

  1. No dejes de escribir en tu blog, es precioso.

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  2. sabes que hace más de dos años y medio, podé unos malvones, me daba pena tirar los tallos que habia cortado, y los dejé en un camioncito de plastico de mi hijo, algunos fui cortando y plantando en otras macetas, pero muchos quedaron ahi, a la espera de tiempo para seguir buscandoles lugar
    los agarró el frio, el calor terrible de los veranos, y sin embargo, siguen ahi en la terraza, y algunos, aunque no lo puedo creer, siguen brotandole hojitas y hasta han florecido ahi mismo!solo que parecen miniatura, son preciosos

    la naturaleza nunca deja de sorprendernos :)

    y coincido con sandy, ojalá vuelvas a publicar, tu blog es hermoso
    saludos!

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