martes, 10 de febrero de 2009

Entre hileras de plantines


Así como algunos padres llevan a sus hijos cuando salen de compras, cuando éramos chicos, mi papá nos llevaba a pasear a viveros. El paseo era que él elegía plantas mientas nosotros teníamos que esperar aburridísimos entre las hileras de plantines. Eran largos momentos, interminables para nosotros, a los nos resignábamos como podíamos. En cuanto teníamos oportunidad, inventábamos algún juego, algo como la escondida, algo que siempre implicaba correr,  hasta que venía el ¨chicos quédense quietos¨. Las plantas, ni las mirábamos. Eso creía.

Esos paseos, que nunca pensé que fuesen recordables, quedaron grabados en mi memoria de manera casi fotográfia. Es bastante linda esa imagen en escala infantil, de estar parada en medio del verde, entre las hileras de plantines y pastos.

Ahora voy yo a pasear a los viveros. A veces sólo a curiosear. Y le pido a mi hijo que me acompañe.


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